Quieres irte con tu maleta, de puntillas, sin hacer ruido, pero sabes que al final tropezarás con algo y tendrás que excusarte y no sabrás que decir. Explicarás que necesitas estar sola, aunque sabes que no es cierto. Lo que deseas es que te bailen las tripas, que te besen con ultraviolencia, que dos manos parezcan ocho, y que cuatro ojos parezcan dos mirando en una sola dirección.
Abrirte de piernas y cerrarlas con un nudo mortal pero sin distinguir nunca quién es la víctima y quién el depredador. El amor te pone enferma. La fiebre te hace delirar de forma intensa. Pero el delirio es tan intenso que venderías tu alma por estar siempre convaleciente.
Nada más cerrar la maleta, todo se vuelve descolorido, opaco, aburrido, carente del menor interés, y tú pareces una veterana de guerra, mutilada, desencantada y temerosa del mundo. Late corazón aunque nadie te comprenda, has besado muchas bocas pero nadie habla tu lengua..