
Empezaron los problemas, se enganchó a la pena, se aferró a la soledad
Ya no mira las estrellas, mira sus ojeras, cansadas de pelear
Olvidándose de todo, busca de algún modo, encontrar su libertad
El cerrojo que le aprieta, le pone cadenas y nunca descansa en paz
En el túnel del espanto todo se hace largo, ¿Cuando se iluminará?
Amarrado su destino, va sin ser testigo de su lento caminar
Tienen hambre sus latidos pero son sumisos y suenan a su compás
La alegría traicionera le cierra la puerta no se sienta en su sofá